Alejandro Sos durante su visita a D. Matías Rodriguez Pazos. |
Han pasado
varias décadas desde que Alejandro Sos llegó a Logrosán acompañando a su padre,
Vicente Sos Baynat. Fueron pocos meses los que vivió en el pueblo porque
enseguida se fue a estudiar el bachillerato, pero los recuerda con cariño. Ahora
ha vuelto a recorrer sus calles rememorando anécdotas de la infancia, ha vuelto
a pisar la Sierra
de San Cristóbal para reconocer los restos de lo que un día fueron las
instalaciones mineras en las que trabajó D. Vicente, ha visitado también a los
amigos de su padre que aún viven, alguno le ha mostrado las publicaciones del profesor,
con emotivas dedicatorias manuscritas, que guarda como un tesoro. Todo ha
cambiado, pero conserva bien la esencia de lo que fue. Alejandro recuerda, con tristeza
y una nota de cólera ante la impotencia, la magnífica colección mineralógica de
Extremadura que su padre reunió y sistematizó durante catorce años y que José
Fernández López convirtió en el Museo de Geología de Extremadura, cuenta que D.
Vicente se negó a que llevara su nombre porque “los nombres cambian con los
políticos”. A pesar de la renuncia hoy ya no existe como tal, queda almacenada
la rebautizada colección Fernández López-Sos Baynat y el museo es en la
actualidad un moderno espacio expositivo, Geoemérita, con muchas piezas
foráneas. Nos habla también de la truncada carrera como catedrático y como
profesor en el Museo de Ciencias Naturales de Madrid de su padre y de los
desaires de la administración que no consiguieron amargarle porque su vida
estaba llena de geología.
Por nuestra
parte hemos dejado patente que Logrosán y los geólogos extremeños no olvidan a
su padre. Le hablamos de la visita del Instituto Sos Baynat de Castellón y del
Albarregas de Mérida y le alegró sobremanera ver que estamos en contacto.
Además lucí mi preciosa camiseta Sos Baynat y él la reconoció.
El Dr. Sos nos
ha llamado después de su partida para agradecernos la acogida que ha tenido.
Estoy segura de que se va satisfecho porque planea volver. Para Logrosán y para
los que le hemos atendido, ha sido un placer inmenso su compañía y su
testimonio directo de una parte tan importante de nuestra historia. Y un
poquito como haber vuelto a tener aquí a D. Vicente. Le deseamos un feliz
regreso a los Estados Unidos donde le necesitan sus alumnos de neurocirugía,
pero confiamos en volver a verle pronto.
María Paz
Dorado. Museo de Logrosán. Noviembre de 2011.
Artículo reseñado especialmente para
la web del proyecto ARCE (Ministerio de Educación) del IES Albarregas de Mérida y el IES Sos Baynat de Castellón.
Fotografía cortesía de Eduardo Rebollada Casado.
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